Siempre decimos que somos raros, diferentes y originales, que estamos un poco locos, y que no nos importa lo que diga la gente de nosotros. Pero es mentira, al fin y al cabo todos somos iguales.. nos enfadamos por la más mínima tontería, nos reimos con cualquier cosa, y lloramos por todo... Siempre nos acabamos enterando de las cosas que dicen los demás sobre nosotros... y sí, nos afecta. ¿Para qué mentir? Nosotros también hablamos de la gente a sus espaldas y a veces, hasta disfrutamos haciéndolo... Pero cuando nos cuentan lo que dicen sobre nosotros, nos enfadamos como si nos fuera la vida en ello...
La verdad, es que yo paso de discutir... No se puede caer bien a todo el mundo, no? Si la vida fuesen dos días...no me gustaría pasarlos discutiendo.
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